El Centro Histórico de la ciudad de México, el Centro, el Zócalo, o como te guste llamarlo, es una zona magnífica, un conjunto de lugares míticos, de historias sorprendentes y fantásticas leyendas.
Te invito a que lo visites, que lo descubras, que lo admires en todo lo que te puede ofrecer.
Cuando estés ahí, debes de estar predispuesto, con la capacidad de asombro de un explorador, de un investigador, de un niño…
Y qué sería el Centro Histórico sin su Plaza. A lo largo de su historia se le han dado diversos nombres: Plaza Principal, Plaza del Palacio, Plaza Mayor, Plaza de Armas y Plaza de la Constitución, y se le ha vestido igualmente con una gran variedad de formas, y los usos... Es galería de exhibiciones artísticas, estadio deportivo donde se siente la adrenalina de los corredores de la Maratón de la ciudad de México, o la vibra de los conciertos, o la pasión de los que piden justicia y solución a problemas políticos y sociales.
El escuchar las campanas de la Catedral Metropolitana marcando las horas te hace regresar en el tiempo y sentir al México Colonial o al México revolucionario.
El día 5 de mayo se estremece el cuerpo al grito de los soldados del Servicio Militar Nacional en la ceremonia de Toma de Protesta y Juramento de Bandera.
Durante las fiestas patrias se reúnen familias y grupos de amigos, caminan alrededor de la plaza, los niños corretean o como si fuera un día de campo se sientan en el suelo a esperar el encendido de luces que adornan el Centro Histórico en estos días y luego el ¡AAAHHH! general cuando se ilumina la Plaza. Y la emoción de gritar ¡VIVA MÉXICO! durante la ceremonia del 15 de septiembre.
VEN Y DESCÚBRELO